La conocés, escuchaste hablar de ésta regla?
Estás de acuerdo que demasiados juguetes anestesian a nuestros niños?
En Navidad y Reyes Magos hay una imagen que se repite en muchos hogares, los niños ansiosos, al pie del árbol de Navidad, rompiendo a toda velocidad los papeles de regalos para descubrir qué hay dentro y luego pasar, frenéticamente, al próximo regalo.
Tenés ésta imagen?
Sin embargo, esta tendencia consumista que parece haberse instalado en las últimas décadas no es beneficiosa para nuestros niños.
De hecho, hacerles demasiados regalos a los chicos puede llegar a ser contraproducente
Síndrome del niño hiperregalado
En los últimos tiempos se ha apreciado una tendencia muy peligrosa para el desarrollo emocional de los niños, a la que se ha bautizado como “Síndrome del Niño Hiperregalado”.
Este problema hace alusión al intento de los padres a compensar con juguetes el poco tiempo que pasamos con nuestros hijos., ya sea por los días maratónicos que afrontamos, cansancio, horarios cruzados...
Como resultado, se produce una “anestesia emocional”, los chicos se vuelven caprichosos, egoístas y consumistas.
Los juguetes y regalos son importantes en la vida del niño pero estos tienen una función precisa y, bajo ningún concepto, deberían ser un sustituto de nuestra atención y cariño hacia ellos.
En este sentido, un exceso de juguetes provoca en los niños:
1. Produce una sobreestimulación. Cuando los chicos reciben muchos regalos, no disfrutan de ninguno en especial, o se deciden por el regalo que más les gustó, obviando el resto.
El exceso de estímulos simplemente los sobrepasa, por lo que muchos de esos regalos terminarán tirados en un rincón.
2. Pérdida de la ilusión. El exceso de regalos puede hacer que los chicos desarrollen una apatía total.
Cuando están acostumbrados a recibir muchos presentes, consideran que es una obligación de los padres, y pierden la ilusión que normalmente implica recibir un regalo y descubrir su contenido.
3. Bajo nivel de tolerancia a la frustración. Los padres que le dan a sus hijos todo lo que desean, sin explicarles el sacrificio que se esconde detrás de cada regalo, contribuyen a generar una actitud egocéntrica, de forma que ellos no aprenden a lidiar con los reveses y la frustración, una capacidad esencial para la vida.
4. Limita la fantasía. El exceso de juguetes termina provocando aburrimiento y mata la fantasía.
De hecho, aunque los chicos necesitan juguetes para desarrollar tanto sus habilidades motoras como cognitivas, no podemos olvidar que también se puede jugar sin juguetes, y es precisamente en esos momentos, cuando no hay un guión preestablecido, cuando más se desarrolla la creatividad.
La regla de los 4 regalos
Y qué hacer como papás con niños pequeños viviendo un presente donde somos bombardeados a diario con promociones incitando a comprar todo y más?
La solución no es hacer que los chicos prescindan de los regalos, sino obsequiarles menos presentes, y ser tal vez más selectivos al decidir qué regalarles para que realmente puedan disfrutarlos durante el mayor tiempo posible.
Para lograrlo, tal vez te sirva seguir la regla de los 4 regalos:
1. Un regalo que pueda usar, como las prendas de ropa, los zapatos o accesorios similares.
2. Un regalo relacionado con la lectura, ya se trate de un libro en papel o digital.
3. Un regalo que deseen mucho mucho, dirigido a alimentar la ilusión.
4. Un regalo de cualquier índole que realmente necesite.
La Navidad es una época de ilusión y alegría, por lo que es el momento perfecto para enseñarles a nuestros hijos a valorar otras cosas más allá de los regalos.
En lo personal me resulta muy bien cada año para estas fiestas elegir aquellos juguetes que estén impecables y armar paquetes de regalos para que otros chicos puedan disfrutar de ellos...para que nuevos juguetes entren a casa algunos deberán seguir su camino en las manos de nuevos dueños!
Aprovecha además estas fechas para pasar tiempo juntos, planificar actividades de ocio en familia, como ir al cine, al teatro, al club o simplemente a tomar un helado!
Tu tiempo, es el mejor regalo que le puedes hacer.
¡Hasta la próxima semana!
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