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MESAS SENSORIALES

Actualizado: 7 jun 2019



Soy Maru, mamá de Carmela, bióloga, viajera y curiosa. Soy @mamarosarienne, una mezcla de mamá parisina y rosarina, dividida entre estas dos increíbles ciudades.

Agradezco la oportunida de escribir en el blog y hoy les voy a mostrar la importancia del juego a través de mesas sensoriales, qué son, cómo se usan y de qué manera las podemos improvisar en casa con elementos simples,


¿Qué son las mesas sensoriales?

Son mesas bajas, a la altura del niño, donde se ponen elementos que le permiten una experiencia multisensorial. Son recomendadas a partir del momento en que el niño se sostiene con firmeza parado y son tan versátiles que se siguen usando durante muchos años variando las propuestas de acuerdo a los intereses del chico.

¿Cómo se arma una mesa sensorial?

Vienen modelos comerciales de mesas bajas con bateas para disponer los elementos. Pero sino hay muchas opciones para hacer una DIY en casa. Sólo se necesita una mesa baja, contenedores y recipientes para poner los elementos y un mantel abajo porque seguro termina todo sucio. Por eso el mejor lugar para experimentar con una mesa sensorial es el patio o el balcón, pero, ya les voy a mostrar algunas propuestas adaptadas a interiores y truquitos para ensuciar lo menos posible.

¿Qué elementos podemos incluir en la mesa sensorial?

La lista es tan extensa como ideas se les ocurran. Se pueden armar mesas sensoriales por temas, por ejemplo, las estaciones del año, colores o un evento en particular (pascuas, navidad, el mundial de futbol, una fecha patria). Y sino con simplemente poner elementos novedosos para que los chicos exploren es un éxito asegurado. Los que más usamos son harina, arena, espuma, arroz, pastas secas, hielo, piedras, hojas, ramas, plumas, nueces. Además siempre incluyo elementos como cucharas, cuencos, recipientes pequeños, cucharas, frascos, coladores que permitan transvases.

¿Qué beneficios tiene experimentar con una mesa sensorial?

Cualquier experiencia que involucre todos los sentidos es enriquecedora: descubren texturas, sienten diferencias de temperatura, perciben olores, tienen nociones de peso y volumen. Además, la manipulación de diferentes objetos les permite mejorar la motricidad fina, practicar trasvases y apilar. También enriquecen el vocabulario incorporando nuevas palabras. Y por último y lo más importante, favorecen el juego libre y desestructurado.

¿Cómo prensentamos una mesa sensorial?

Yo suelo preparar toda la noche anterior o durante la siesta para que esté todo listo cuando Carmela se despierta. El efecto sorpresa es siempre un plus con los chicos pequeños pero también es importante, como con cualquier actividad, que invitemos al juego cuando el niño se encuentra receptivo y descansado. Y como último consejo, y es lo que a mi me cuesta más hacer, les propongo no intervenir en la actividad y tratar que el niño sea el guía. Intentar experimentar por sus propios medios, sin preguntar qué hace o cómo lo hace, evitando dirigir el juego mostrando cómo lo haríamos nosotros. Por supuesto que el rol del adulto es acompañar desde una posición amorosa y estando presente en el lugar. De hecho cuando los chicos son pequeños, hay que vigilar que no se lleven algún elemento potencialmente peligroso a la boca.

Algunos ejemplo de mesas de experimentación que armamos con Carmela:

Mesa del Mundial

Aprovechando que era el mundial de fútbol aprovechamos para contarle de qué se trataba con una mesa sensorial que incluía algunos jugadores, pelotas, papel picado y cintas celestes y blancas


Mesa aromática

Una propuesta súper interesante fue proponerle a Carmela elementos con aromas distintos. Improvisé con lo que tenía en casa, especies, té, pimienta, hierbas. Además de oler y tocar Carmela disfrutó dejando caer las hojitas de té. Así van aprendiendo nociones de física, gravedad y peso.


Mesa sensorial de colores

El arroz es siempre un golazo en las mesas sensoriales porque es agradable al tacto, permite hacer trasvases y es super divertido. Esta vez teñí arroz con colorantes de repostería de distintos colores (sumergir el arroz en un poco de agua que apenas lo cubra, agregar colorante líquido y dejar varias horas, colar y secar al sol o en horno bajito).


Mesa de invierno

Aprovechando las mañanas frías en casa armamos una mesa con elementos típicos del invierno. Para eso elegimos nueces de distintos tipos, hongos secos y porotos. Aprovechamos para esconder algunos animalitos pequeños entre los porotos, siempre se copan con eso. Elegimos además cucharas, cuencos y frascos en tonos marrones bien inviernales.


Y les aseguro que estas mesas de experimentación son un caos, pero súper divertidas. Van a terminar ustedes también salpicados de espuma, agua, arena y plumas de colores. ¿Se animan a hacerlas?

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