¿Cómo y cuándo hacer el cambio? Sin duda lo más importante es seguir la evolución de nuestros hijos y respetar su ritmo.
A partir de los 5 años, la zona de estudio toma más importancia y hay que favorecer la concentración con la distribución y la iluminación.
Como les he dicho siempre, la decoración de la habitación infantil debe seguir su evolución personal.
El momento del cambio –de zona de juego a zona de estudio– es único y personal, y se iniciará cuando tu hijo vaya dejando apartados aquellos #juguetes que ya no son de su interés.
Durante este proceso lo más importante es estar atenta a sus gustos y darle lo que necesita en cada momento: desde los juegos en el suelo a pintar sobre la mesa de estudio...
Aproximadamente sobre los 5 años nuestro hijo comienza una etapa evolutiva diferente.
En la escuela aborda los inicios de la lectura, la escritura y otros aprendizajes que requieren más concentración. Y ese cambio también debe reflejarse en su dormitorio.
Podemos ayudarlo a centrar la atención de manera más continuada, por eso la mesa de estudio toma relevancia y los demás juguetes vayan quedando en un segundo lugar.
Es importante que tu hijo se acostumbre a trabajar siempre en el mismo sitio y que sea un lugar cómodo y agradable.
Podés equiparlo con una pizarra, un mural de corcho para pegar los dibujos y la organización de las tareas, una estantería,...
Lo ideal es contar con tres espacios diferenciados aunque sea dentro de la misma estancia: para jugar, para estudiar y para dormir.
La luz artificial debe colocarse de manera que el material de estudio esté bien iluminado y no dañe la vista. Para estudiar con comodidad necesitará una iluminación general suave y una puntual, como un flexo. La temperatura debe estar alrededor de los 20 ºC en un ambiente limpio y ordenado.
El orden y la organización de la habitación le ayudarán a estudiar.
Es necesario –y básico– que los juegos y juguetes estén guardados y fuera de la vista de tu hijo a la hora de concentrarse en los deberes: verlos puede entorpecer el estudio. Basta un baúl o una caja grande en la que puedan esconderse.
3 MUEBLES IMPRESCINDIBLES
La mesa: Debe medir, como mínimo, 1,20 m de largo x 60 cm de ancho y disponer al menos de un cajón para dejar los lápices y los libros, de forma que el niño tenga espacio para estudiar.
La silla: Con una altura proporcional a la de la mesa (y ambas adecuadas a la altura del niño). Es importante que tenga el respaldo alto. Dato: Descartá las sillas de escritorio con ruedas hasta que tu hijo tenga al menos 8 o 10 años.
La estantería: Para tener los libros y cuentos ordenados y siempre a mano. Puede ser un mueble a medida, un diseño modular o un par deestantes sobre el escritorio.
¿Los niños deben opinar sobre la decoración?
Sabemos que a ésta edad sus gustos y preferencias están definidos si bien pueden cambiar en el corto plazo y con respecto a éste tema Joaquín Serrabona. Psicólogo experto en psicomotricidad nos dice:
" Para poder elegir se necesita poner en acción capacidades cognitivas y emocionales desarrolladas. Hacia los 7 años, un niño ya tiene criterio para colaborar y decidir aspectos de la decoración de su habitación, lo que le ayudará a definir su personalidad y sus gustos. ¿Podemos dejar la decoración en sus manos? Yo recomiendo que participen pero que la última palabra la tengan los padres, al menos hasta que lleguen a la juventud. A medida que crece, el niño irá opinando y decidiendo más sobre el espacio en el que vive. Eso sí, siempre que no vaya contra los valores pactados en la familia.
Respeto al espacio, es importante inculcar al niño el respeto a la intimidad. Llamar a la puerta antes de entrar, respetar los objetos y materiales de los demás... Se trata de no invadir el espacio del otro. Y lo mejor es enseñarles con el ejemplo".
Contame qué te ha parecido ésta nota y si de algo te han servido estos #tips y #sugerencias a la hora de disponer la zona de estudio en el #cuartoinfantil?
Te leo!
¡Hasta la próxima!
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